¡Felicidades! Ahora que sabes que vas a ser mamá, seguramente hay muchas dudas rondando por tu cabeza y emociones en tu corazón. Durante el embarazo se movilizan sentimientos diversos, y en ocasiones contradictorios, y es de suma importancia para el mejor desarrollo de tu embarazo que te pongas en sintonía con estas sensaciones: las reconozcas, aceptes y vivas amorosamente. De esta forma te encontrarás más tranquila y dispuesta a deleitarte de esta hermosa etapa de mucho aprendizaje en tu vida. En este sentido, las emociones, sentimientos y todo aquello que nos conforma la personalidad y el temperamento incluso, nos apoya a trabajar este tema, a través de uno de los órganos más sensitivos del que podemos hacer uso para este fin: el oído.

El oído como órgano sensorial, nos dota de habilidades y aptitudes de conducta motora e intelectual. Está compuesto de oído externo (oreja), oído medio (tímpano) y oído interno (cóclea). De este último se desprende el nervio vestibulococlear que nos proporciona dos tipos de información sensorial muy importante para las personas: la audición y el equilibrio. Esto es lo que de conocimiento general tenemos acerca de este sentido. Sin embargo, es primordial comentar que también está relacionado, entre otras zonas, con el centro emocional y de memoria del cerebro: el sistema límbico. Por ello, los estímulos sonoros que se registran en nuestro cerebro mediante la escucha generan estímulos importantes y de calidad para la imaginación y representación auditiva que evocan singularmente algunas sensaciones y percepciones. La música en particular tiene la facilidad de establecerse en la memoria de forma sensible a las emociones y a las habilidades intelectuales de procesos superiores del cerebro, como la atención, concentración o el lenguaje entre otros.

La música, utilizada bajo una guía bien fundamentada, puede beneficiar en el desarrollo de cualquier individuo, inclusive desde el embarazo. Tomando en cuenta que la música estimula desde nuestro Sistema Nervioso Autónomo (donde se regulan nuestras actividades involuntarias y automáticas, tales como la respiración o latido cardiaco) y el Sistema Nervioso Central (donde generamos la conducta voluntaria a través del pensamiento) podemos darnos cuenta de que ésta puede transformar nuestra conducta y pensamiento, estemos consientes o no. Así que, es necesario cuidar que la música sea de calidad, pero también que sea agradable y se conecte sensitivamente con nuestro ser. Hay que tomar en cuenta que, así como cada ser humano tiene su pasado histórico-genético-biológico y su propia experiencia de vida, de igual manera tenemos cada uno un pasado y experiencia en el ámbito musical. Es desde esta base que debemos realizar conciencia para partir en la mejora de la calidad, cantidad y variedad musical, para ampliarla y usarla a nuestro favor. En este sentido, estimular musicalmente desde la madre que se encuentra en espera de un bebé, es un gran punto de partida para este nuevo ser. De ahí que sugiero las siguientes recomendaciones que podrían ayudarte a disfrutar más de tu embarazo y vincularte emocionalmente con tu bebé.

Desde el vientre materno, el bebé por nacer debe sentirse querido y amado, esto le facilitará su correcto desarrollo en un futuro. Recuerda que, además de una buena alimentación y atención médica, tu bebé también se nutrirá del amor que le brindes. Sólo que esto en ocasiones podría no ocurrir si no te encuentras en armonía y equilibrio. Por ello, durante el primer trimestre es importante dediques tiempo y espacio de tu agenda cotidiana para conectar primero contigo misma. La música eleva los estados de conciencia de respiración-relajación que apoyan en el equilibrio de nuestro estado mental mediante la sincronización rítmica del proceso de inhalación-exhalación a la par de la escucha activa de la pieza musical que se encuentre empleando. Además, genera la representación de las sensaciones y percepciones de nuestro cuerpo y su estado de ánimo en imágenes auditivas y visuales que se traducen a la relación emocional directa con la música utilizada.

Te hago la siguiente recomendación para generar equilibrio emocional y conciencia mediante la música, utilizando las dos propiedades funciones básicas del oído: la audición y el equilibrio.

1. Consigue una hamaca, pelota de pilates o silla mecedora.
2. Elige música de movimientos lentos y suaves que no contengan saltos inesperados o cambios bruscos en su melodía y timbre. Que sea de sonidos atractivos a tu percepción y experiencia. No es necesario que sea música clásica o de algún compositor en particular, sólo que te sea agradable.
3. Ubícate en un espacio que te permita amplitud de movimiento y sea agradable.
4. Colócate sobre la hamaca, pelota o silla mecedora de forma cómoda y que te permita los movimientos de balanceo que vas a realizar.
5. Antes de comenzar con la audición, realiza dos o hasta tres respiraciones profundas sin sobre esforzarte.
6. Siente tu cuerpo, comenzando desde la punta de los pies, rodillas, cadera, torso, brazos, cuello, hasta llegar a la cabeza (nuca, rostro y cabello).
7. Percibe tu latido cardiaco, tu respiración y estado emocional.
8. Reproduce la pieza musical a volumen agradable.
9. Comienza a balancearte lentamente, primero con movimientos simples (derecha/izquierda, adelante/atrás) y prosigue con movimientos que se vayan adaptando a la imaginación y representación de lo que escuches de forma libre y cadenciosa, sin ser enérgico.
10. Al finalizar la reproducción de la pieza musical, date unos segundos para percibir el momento, haciendo énfasis en la sensación de tu cuerpo (respiración, latido cardiaco y estado de ánimo).
11. Si te fue agradable y deseas en ese instante, repite con la misma pieza musical o con otra de tu agrado.
12. Registra tus experiencias en un diario por escrito o de forma oral en una grabadora.
13. Realizar esta actividad una vez al día, durante 15 a 30 minutos máximo.
14. Se sugiere introducir música que no sea de tu experiencia auditiva, sin olvidar el punto número 2, posterior a una semana de iniciada esta actividad.

NOTA: Pregunta a tu médico si está contraindicado el movimiento físico en caso de embarazo de alto riesgo.

Parece una actividad muy simple y sencilla, sin embargo, hacerlo de forma intencionada y habitual, te llevará a estar más presente en la percepción de tu cuerpo y sus sensaciones, lo cual es el primer paso para poder trabajar de manera las emociones a tu favor. De igual manera, con el paso de los días, notarás que este balanceo que le das a tu cuerpo durante unos instantes genera sensación de bienestar y/o satisfacción que irán en beneficio del estado de ánimo para el resto del día (si lo realizas por la mañana) o para el descanso (si lo realizas por la noche).

Múltiples beneficios tienen realizar actividades como el cantar o el bailar con la música para tu bebé. Sin embargo, es muy importante también dar un repertorio musical de calidad amplio y variado a la existencia del nuevo ser desde los inicios de su vida. Y esta puede ser una buena estrategia para iniciar esta colección musical que herede la madre hacia el hijo. Por último, comparto la frase que John Lennon comentó: “… somos el reflejo de la música que escuchamos …” y esto se puede constatar a lo largo de la historia de la humanidad.

Karla Berenice Osorio Aguirre

Neuroestimulación Musical

Directora Cordón Musical

Bibliografía

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Juan A. García-Porrero Pérez, Juan M. Hurlé González. (2015). Neuroanatomía Humana.Madrid, España: Editorial Médica Panameriacana.

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Verny, T. R. (2011). El vículo afectivo con el niño que va a nacer.España: Urano.