Lactancia mi historia infeliz que me hizo la más feliz

Desde que supe que estaba embarazada no deje de emocionarme y prepare el cuarto de mi bebé, su ropa y todos los días leía cosas nuevas para cada mes del embarazo.

Cada día que pasaba y veía crecer mi panza me emocionaba mas. Hasta que porfin llego el momento de tener a mi hermoso bebé en brazos!!

No imagine el dolor que era tenerlo. Casi me desmayo y cuando pensé que me iba a dar por vencida…Mi esposo grito es Niñoteee y en ese momento solo escuche su llanto…el dolor se me olvido!

A partir de ese momento, solo pensaba en lo que iba a hacer con Marcelo en casa y como lo vestiría y que ya quería llegar a casa para poderlo disfrutar sola!

Nadie me dijo que me preparara para la lactancia. O que debía saber cosas básicas como sacar la leche y que hacer en caso de que el bb no despertara a sus tomas. Yo como primeriza tampoco pregunte porque en cuanto Sali del hospital ya me sentía una madre experta.

Una madrugada que JAMAS OLVIDARE! No se quien lloraba mas, mi pobre Marcelo o yo! Yo estaba que gritaba de dolor, ardor, tenía fiebre y claro el bebé lloraba y berreaba de hambre. Los pezones me sangraban, me dolían y yo solo gritaba a Mi esposo dale un biberón! Mi esposo espantado tuvo que llamar refuerzos y mi mamá tuvo que ir a esas horas a casa para ayudarme pues claro estaba tan adolorida y los pechos tan crecido que pensé que me iba a explotar. Por dos días que parecieron dos años no amamante a Marcelo por el miedo a volver a sentir aquel dolor y ardor escalofriante. Y como ya se había hecho amigo del biberón me sentía tranquila.

Sin embargo mi mamá y mi suegra decían que yo no lo llenaba y que era mejor siempre darle el biberón y si se quedaba con hambre ya le daba yo.

A los pocos días, Marcelo ya no me volvió a aceptar se convirtió en un bebé de formula 24/7 y yo la verdad me sentía aliviada pero culpable y un poco celosa de ver a mi cuñada amamantar parada, sentada, acostada, en el súper y en el auto a mi sobrina. La escuchaba decir que “amamantar era hermoso” y yo solo recordar el dolor que tenia me daba escalofríos! Pero también me sentía culpable y triste cuando Marcelo especialmente por las noche lloraba por cólicos.

Se paso el tiempo y año y medio después nuevamente me encontraba embarazada, feliz preparándome, preparando el cuarto, la ropa y de pronto…una mañana recordé la imagen de mi cuñada amamantando a mi sobrina y le llame. Me atreví a decirle ¿que tengo que hacer? Llore con ella y le dije esta vez no voy a fallar. Ella se rio y me dijo lo primero es confiar en ti, sacarte los no puedo, no lo

lleno y esas falsas creencias de la mente. (Me cayo muy gorda cuando me dijo eso pero quería saber que mas había que hacer, así que no le colgué y la escuche).

Me dijo que me llevaría con su grupo de amigas ligas. No entendía lo que era eso pero bueno supuse que me darían el secreto o el manual para amamantar.

Aunque esta vez yo ya me había adelantado a comprar mi sillón para poder hacerlo y estaba segura que eso era lo único que necesitaba!

Al ir con mi cuñada a ese círculo de la liga que para mi era la liga de no se que…tuve sensaciones y sentimientos encontrados, pero en menos de media hora ya me sentía parte de su tribu. Conocí mujeres maravillosas y especialmente a Constanza bella mujer, fuerte y sabia…se convirtió en mi amiga, mi consejera y fue ella quien me ayudo a tener amor a la lactancia a entender que preparar el cuarto es tan importante como preparar mis pechos, que cambiar los pañales es tan importante como sacarte la leche. Ahí aprendí que a mayor succión mayor producción de leche y aprendí que mis dos bellos pechos eran suficientes para poder amamantar a Fernanda. Ahí comprendí las palabras de mi cuñada de que amamantar era bonito y con el apoyo de Costanza, desde la primera vez pude amamantar si dolor, no volví a sangrar, ni a tener fiebre, ni a dudar de mi. Incluso hice un banco de leche para Fernanda y me di el lujo de poder ser donadora para un banco de leche del hospital infantil.

Si tenia que salir me sacaba la leche de manera manual y llenaba en minutos un par de mamilas. De verdad aprendí en la Liga de la Leche a poder alimentar a mi hija y a hacerlo de manera tan feliz y libre.

A todas aquellas que piensen que no pueden amamantar las invito a que busquen una asesora y como yo, puedan vivir esa experiencia única que no solo es un vínculo con tu bebé, es regalarle salud, anticuerpos y mas amor.

La liga de la leche no es un lugar de hippies, ni es un lugar donde te lavan la cabeza, ni es una tribu que te obliga a algo, la liga de la leche es un lugar para mamá y bebes donde otras mujeres comparten sus experiencias, leemos libros y apendes y hablas de tantas cosas que no nos atrevemos a hacer como depresión post parto, sexo durante el embarazo, etc

Esa liga para mi se volvió la liga de mujeres extraordinarias que hoy seguimos siendo amigas y nuestros hijos ya son adolescentes de 15 años pero nos seguimos reuniendo para platicar, leer y seguirnos enfrentando a las adversidadesy retos que nos presenta la maternidad.

Ojalá que tu historia infeliz de lacatancia se logre convertir en una historia feliz como la mia! Sigue los consejos de tu asesora y no te rindas no hay mejor alimento que el que TÚ fabricas para TÚ bebé.

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