Depresión postparto: tener un bebé es una experiencia maravillosa, pero no todo es color de rosa.

Cuando hablo con algunas mujeres sobre los cambios que se presentan al convertimos en madres, suelo decirles que nos han hecho creer que, al tener un hijo todo será maravilloso, y no es que no lo sea. El SER MAMÁ ha sido, sin dudarlo, para muchas una experiencia maravillosa. Sin embargo, no todo es color de rosa.

Las falsas expectativas que albergamos con un embarazo, pueden convertirse en un choque emocional cuando al pasar los días y las semanas, nos sentimos sumamente cansadas y agotadas al atender las tareas que conlleva la crianza.

La realidad es que, en lugar de vernos con una fresca sonrisa y un maquillaje divino que refleja serenidad y paz al abrazar a un bebé. Nos vemos al espejo con esas ojeras que nos ha dejado la falta de sueño. Nuestro cuerpo ha cambiado notoriamente y nuestras emociones no son en todo momento tan amorosas como creí que sucedería.

Recuerdo un episodio, cuando mi hijo tenía 8 meses de edad, y tras un largo proceso de tratamientos y hospitalizaciones por sus alergias a muchos alimentos, empezábamos la ablactación. ¡Por fin comería algunas papillas! Lo llevé a la revisión con el pediatra, quien me indicó: “es momento de que pueda probar algo más” y tras esto, me señaló un cambio en su alimentación, los horarios, y las observaciones que debería tener para estar alerta a las posibles reacciones alérgicas.   La indicación parecía sencilla, debería iniciar a darle papilla de chayote, pero para mí fue un mundo de información y una infinidad de detalles a observar, mi mente se cerró, me sentí incapaz de algo tan sencillo y estallé en llanto y desesperación. No veía la manera de hacerlo y lo peor, sentía que no podía ser la madre que mi hijo estaba necesitando en ese momento.

Si algo parecido a esto te ha sucedido, déjame decirte que son procesos normales en la etapa de postparto. ¿Cuántas contradicciones verdad? Tras la llegada de un bebé, muchas personas pueden decirte que es uno de los mejores momentos de tu vida, y tal vez también tú así lo creas. En verdad puede ser maravilloso tener un hijo, yo particularmente creo que es una bendición. Pero entonces, si lo es, ¿Por qué en muchos momentos tenemos estas emociones de cansancio, de frustración, de tristeza? Tal vez te preguntes ¿Por qué puedo llegar a sentir culpa? ¿Por qué de repente siento como el enojo y la irritabilidad se hace parte de mi persona de manera más constante?

¡Hablemos un poco de depresión postparto!

Evidentemente con la llegada de los hijos, se presentan una serie de cambios hormonales, físicos y del ambiente. Es importante tomar en cuenta que los días designados como “la cuarentena” no marcarán la diferencia, es decir, no por haberla transcurrido significa que “todo volverá a ser como antes” No sólo nuestro cuerpo (tras dar a luz) sigue en un proceso de recuperación progresiva, si no que, además nuestra rutina necesita reorganizarse; nuestros horarios están ocupados con nuevas y multiplicadas tareas (amamantar, cuidar, asear, arrullar al pequeño, cocinar, trabajar, atender al resto de nuestra familia, hacerle frente a nuestra ya previas ocupaciones y mucho, mucho más);  nuestro sistema familiar se mueve y se ponen al centro del mismo, otras prioridades y necesidades; nuestra economía destina muchos ingresos para cubrir necesidades imprescindibles de esta etapa de crianza. En fin, se presentan muchos retos que poco a poco pueden llenarnos de estrés.

Tal vez te preguntarás si todo esto es normal y es esperable, entonces obligadamente llegaremos a vivir una depresión postparto.

Es importante saber que, como seres humanos que somos y al estar expuestos a una serie de estímulos, nuestra respuesta natural es reaccionar emocionalmente. Es decir, es normal que al mismo tiempo que nos sentimos felices con nuestros hijos en brazos, podamos sentir tristeza, melancolía, cansancio o algo similar. Sin embargo, cuando estas emociones se empiezan a hacer parte de nuestra rutina, la mayor parte del día, y por un tiempo más prolongado, podemos estar frente a una depresión postparto, que si no se atiende puede prolongarse un mucho tiempo.

Las siguientes son algunas preguntas que te pueden ayudar a valorar de forma breve tu estado actual:

He sido capaz de reír y ver el lado bueno de las cosas

  1. Tanto como siempre
  2. No tanto ahora
  3. Mucho menos
  4. No, no he podido

Me he sentido tan infeliz que he tenido dificultad para dormir

  1. Sí, la mayoría de las veces
  2. Sí, a veces
  3. No muy a menudo
  4. No, nada

Me he sentido tan desdichada que he estado llorando

  1. sí, la mayor parte del tiempo
  2. sí, bastante a menudo
  3. sólo en ocasionalmente
  4. no, nunca

Se me ha ocurrido la idea de hacerme daño

  1. sí, bastante a menudo
  2. a veces
  3. casi nunca
  4. nunca

He estado ansiosa y preocupada sin motivo

  1. No, para nada
  2. Casi nada
  3. Sí, a veces
  4. Sí, a menudo

Durante mi embarazo y en el postparto he sentido un apoyo de parte de mi pareja

  1. sí, la mayor parte del tiempo
  2. sí, bastante a menudo
  3. sólo en ocasionalmente
  4. no, nunca

 

No te olvides de revisar nuestra página la próxima semana, porque continuaremos con este tema.

Me encantó compartir contigo, Eustolia Martínez Rodríguez. Terapeuta Familiar Sistémica.

Compartir esta publicacion

No hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comience a escribir y presione Enter para buscar

Carrito de compras

No hay productos en el carrito.