No obligues a tu hijo a abrazar: éstas son las razones.
Deja que tu bebé tenga control y tome decisiones sobre su propio cuerpo.
Es común que algunos papás obliguen a sus hijos a saludar y abrazar a familiares y amigos de la familia. Porque, los abrazos son positivos, ¿verdad? Por supuesto que sí, cuando se dan en forma consensuada. Un niño de cuatro años, por ejemplo, tiene autonomía corporal, y por lo tanto, el derecho a decidir si quiere ser abrazado o no.
Queridos papás: sabemos que sus intenciones son buenas, pero puede no ser una buena idea y éstas son las razones:
- Le estás enseñando que no tienen control sobre sus propio cuerpo.Esto es particularmente importante para las mamás. Vivimos en una época en la que el acoso es una realidad; es muy importante enseñarle que nunca está bien que otra persona lo toque cuando no quiere. El mensaje no necesariamente debe tener un contexto sexual, pero es vital que entienda que nadie más tiene control sobre su cuerpo.
- Haces caso omiso de la zona de confort de tu hijo. Hay algo importante que debes entender: tu hijo no es una versión miniatura de ti. Tiene identidad y razonamiento propio. Claro que su formación y desarrollo físico y emocional aún dependen de ti, pero su zona de confort es muy diferente a la tuya. Los abrazos pueden no significar lo mismo para él, por lo que tienes que respetar eso.
- Corres el riesgo de dañar su sentido natural (y perfectamente sano) de alerta con los extraños. Cuando pensamos “uh, no quiero a esta persona cerca de mí”, tu cuerpo responde al mensaje de tu cerebro haciendo lo que pueda para evitar cortésmente a dicha persona. Esto es una táctica de supervivencia. Cuando un niño es forzado a abrazar a un adulto incluso cuando no quiere, aprende a no confiar en sus instintos si se trata de seguridad de su entorno. Tú puedes saber que alguien es de confianza total, pero los niños no y necesitan aprenderlo por sí mismos. Tienen que tomar esa decisión por su cuenta.
- Puedes estar ignorando importantes señales que tu hijo trata de decirte. Un niño que no quiere abrazar a un adulto puede ser una cosa normal que interpretas como apatía, sin embargo, no querer abrazar podría significar que algo más está sucediendo. Alguien cercano al niño podría haberlo herido intencional o accidentalmente. Cuando rechaza un abrazo, ya sea de un adulto o de varios, pregúntale la razón por la que no quiere hacerlo. Podría ser nada, pero es mejor averiguar cualquier posible caso de abuso.
- Le envías el mensaje de que abrazar es la única manera de mostrar afecto o agradecimiento. Forzarlo a dar abrazos le dice que se espera que mostrar afecto hacia esta persona sea obligatorio, y que ésta es exactamente la forma en que se debe demostrar amor a otros. En lugar de ser un tirano, permite que tu hijo sea creativo en sus formas de demostrar cariño; hacer un dibujo, compartir un pedazo de su comida favorita o leerle un libro de su biblioteca personal son una buena idea. Estos gestos cuentan tanto como un abrazo y tu hijo necesita estar de acuerdo con esto.
Los niños son personas con razonamiento, comportamientos y emociones en desarrollo. No son títeres. Los adultos, en cambio, son personas con la madurez y capacidad para entender y aceptar la naturaleza de un niño que no está interesado en un abrazo. Así que cuando tu hijo se encuentre en una situación así, hazle saber que está bien si no quieren abrazar a alguien.
Fuente: bbmundo
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