Mi bebé no duerme: ¿Qué puedo hacer?

Las «regresiones de sueño» son una fase normal de desorganización en el cuerpo y el cerebro de tu bebé que ocurre justo antes, o mientras tu pequeño alcanza un hito de desarrollo. Si tu bebé no duerme y quieres conocer más sobre este tema, ¡sigue leyendo!

¿Cuándo ocurren las regresiones de sueño?

Los niños pueden experimentar esto a partir de los 3 o 4 meses, después entre los 8 y 10 meses, a los 12 meses, a los 18 meses y a los 2 años. No obstante, las regresiones de sueño más comunes ocurren a las 6 semanas, 4 meses y 6 meses.

Se dice que cada uno de estos episodios puede tener una duración de entre 2 y 6 semanas, y suelen presentarse cuando los niños están aprendiendo a sentarse, gatear, caminar o ir al baño.

La buena noticia es que la mayoría de los niños no pasan por todas estas regresiones de sueño. Esto se debe a que para cada bebé algunos hitos de desarrollo son más complejos que otros.

¿Qué esperar de mi pequeño?

Dado que tu bebé estaba acostumbrado a dormir de forma continua y repentinamente presenta problemas para hacerlo, es normal que se muestre irritable y confundido.

Ante esto, puede ser que tu hijo necesite sentir más seguridad y busque acurrucarse contigo constantemente. Esta adherencia disminuirá conforme su patrón de sueño se normalice.

Toma en cuenta también que, debido a que su cuerpo está trabajando horas extras, es posible que tu bebé te pida comida con más frecuencia.

¿Qué hacer si tu bebé no duerme?

En caso de que tu hijo no logre dormir de manera continua durante la noche o tomar sus siestas como acostumbra, trata de ser flexible con los horarios que tienes establecidos. Ten en mente que aunque esto puede desajustar tu rutina, en poco tiempo la puedes retomar.

Intenta adelantar un poco la hora de dormir. La mayoría de los niños están listos para acostarse entre las 6 y las 8 de la noche. En ocasiones, mover un poco el itinerario de sueño te resultará de gran ayuda. Por otro lado, para ayudar a tu pequeño a relajarse puedes darle un masaje calmante o un baño, y contarle una historia antes de dormir.

Toma en cuenta que cuando tu bebé no duerme puede sentirse cansado y confundido. Incluso, en estos episodios los niños suelen comer más y buscar más atención para calmarse.

También es importante que pidas apoyo a tu pareja y ambos estén involucrados en la rutina con tu pequeño. Esto permitirá que los dos se organicen para que cada uno tenga tiempo para dormir. Recuerda que expresar lo que necesitas ayuda a que tu relación sea más fuerte y no se cree resentimiento por expectativas o responsabilidades que no son claras.

Fuente: Kinedu

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