Mateo, un gran guerrero

Hola,

A través de estas líneas deseo compartir parte de mi historia…. Y todo comenzó desde que era pequeña, siempre quise tener cuatro hijos, sin embargo la vida y Dios, tenían otro camino para mí. Se paso parte de mi juventud, y firmemente pensé y dije: si cumplo 40 años y no tengo hijos, ya jamás tendré… y mi deseo era tan grande que finalmente a mis 39 años me embarazo, claro que por la edad es un embarazo de alto riesgo, estuve muy atenta a mis revisiones y chequeos, realice todos los estudios necesarios para descartar que mi hijo viniera con algún problema y gracias a Dios así fue. Transcurrieron las semanas, continuaba trabajando, pasaron así los meses hasta que el puente de semana santa, el bebé decidió, nacer.

Era madrugada de sábado cuando comenzó la travesìa, me levantè y rompì fuente, pero yo acababa de cumplir 7 meses de embarazo, fuimos al doctor y como mi bebè iba a tener que usar incubadora, el hospital particular no era opción, en ese momento nos fuimos al seguro donde era garantía de que todo estaría bien porque ahì cuentan con todos lo necesario y gracias a Dios asì fue, me ingresan en urgencias el sábado y domingo, en esos 2 dìas mis familiares se movieron para conseguir unas inyecciones para fortalecer el sistema respiratorio del bebè, èl no podía nacer en ese momento, sino hasta que con ese medicamento se fortalecieran sus pulmones. Transcurrieron las horas y yo no podía moverme para nada para no provocar que el bebè quisiera nacer, puesto que había gran riesgo de que tuviera infección y de que se me terminara el liquido amniótico y lo màs preocupante era que por ser semana santa no había doctores disponibles y esa noticia fue estresante, sin embargo yo confiaba en que todo saldría bien, fueron horas de angustia, me trasladaron a otra clínica y no me querìan recibir, ya se agotaba el tiempo… finalmente ingreso y entro al quirófano, nació mi bebè, y por ser sietemesino me esperaban días complicados, el diagnòstico fue terrible, nos dijeron que tal vez iba a tener problemas debido que presento problemas al nacer porque no lloro de inmediato, nos dijeron que podía tener problemas neuronales, de movimiento, ceguera, etc… A los tres días me dieron de alta y lo màs duro fue saber que lo tenía que dejar ahì, que no estaría en casa conmigo, pero todo era por su bien.

Todos los días debía ir al hospital dos veces; por la mañana y por la tarde, èl se encontraba en el área de neonatología, todo un protocolo de asepxia al ingresar había bebès hasta de 5 meses, no hay mayor ejemplo de ganas de vivir que ver a todos esos angelitos luchando por la vida y mostrando ejemplo de fortaleza, era impresionante.

La Doctora nos daba indicaciones previas de tener contacto a través de la incubadora, no podía tocarlo, era muy difícil estar ahí, verlo conectado, con agujas y oxigeno, y aùn asì tener que contenerme y ser fuerte para darle ànimo de lucha,

realmente muy difícil para mi contener las làgrimas, pero aun asì, yo hablaba con mi hijo y le daba palabras de aliento, siempre confie que todo estaría bien.

Asì pasaron los días, pero de haber nacido pesando 2kg, bajo a 1.2 kg, y eso fue aterrador, porque no asimilaba su sistema digestivo el alimento, entonces fueron momentos sumamente angustiantes, días muy tristes, pero con mucha fe. Tanto asi que, pedimos permiso para poder bautizarlo ahì en el hospital y milagrosamente nos lo permitieron. Mientras todo sucedìa dentro del hospital e íbamos un dìa a la vez con fe, todos nuestros familiares, amigos y conocidos pedìan por que Mateo se quedara con nosotros y poco a poco fue recuperando peso hasta que llego el gran dìa, lo dieron de alta después de un mes de haber estado en la incubadora, mi gran guerrero llegò a principios de mayo a casa, a partir de ese momento lo que hemos tenido son momentos felices, y con gran alegría les puedo compartir que a pesar de días de angustia, estrés y perocupaciòn, Dios siempre estuvo con nosotros.

Me queda claro que Dios no te manda con lo que no puedes, la fe mueve montañas y la familia lo es todo.

Bibiana mamá de Mateo un gran guerrero.