Los primeros dientes del bebé: Señales y síntomas

En la mayoría de los bebés, los dientes aparecen entre los 6 y 12 meses. Existe una amplia variabilidad en la aparición del primer diente; es probable que algunos de los bebés no tengan ningún diente en su primer cumpleaños.

En cuanto a los síntomas pueden durar unos pocos días, al mismo tiempo que le está brotando un nuevo diente. En caso de estar saliendo varios dientes los síntomas pueden llegar a durar meses.

El tema aquí es cuando no pasa desapercibida. En algunos casos el bebé no siente absolutamente nada, ni molestias ni dolor. Pero en otros es bastante diferente y es que no existen síntomas que se puedan aplicar en todos los casos, cada uno es diferente.

¿Cuáles son los síntomas de los primeros dientes?

Los síntomas que puede llegar a tener tu bebé serían los siguientes, igualmente recuerda que no tiene por qué tenerlos a todos.

  • Inflamación en la encía.
  • Saliva intensa.
  • El diente aparece por debajo de la encía.
  • Problemas para dormir.
  • Inquietud.
  • Irritabilidad.
  • Muchas ganas de morder todo lo que se encuentre.
  • Se frota demasiado la cara.
  • Se tapa los oídos muy seguido.
  • No quiere comer.

Cuando no hay que preocuparse por dentición

Si tu pequeño se encuentra con diarrea, congestión nasal o incluso fiebre, no es algo que esté relacionado con la dentición. Algunos padres afirman que existe una relación entre estos síntomas y la dentición, lo cierto es que, científicamente hablando, no se ha comprado que esto sea cierto.

Hora de preocuparse por la dentición

Los dientes comienzan a salir entre los cuatro y siete meses. Aunque en algunos casos puede demorar un poco más. En realidad, deberías preocuparte recién si en los 18 meses no tiene dientes, es hora de consultar con un profesional para que pueda darte un diagnóstico y recomendarte qué es lo que debes hacer a continuación.

Además, ten en cuenta que el hecho de que tarde demasiado en sacar los dientes, tampoco es algo malo. Incluso en un estudio realizado por el pediatra Paul Horowitz de Discovery Pediatrics afirma que incluso es una ventaja ya que mientras más tarden en salir los dientes de leche, existe menos posibilidades de que los mismos tengan caries, terminan cayéndose y luego saldrán los dientes permanentes del pequeño.

Entonces podemos llegar a la conclusión de que no es algo de qué preocuparse, aunque hay que estar atentos para que, en caso de no solucionarse en el lapso de tiempo que te comente más arriba, tengas que acudir a un profesional para que te ayude a solucionar el problema lo antes posible.

Pero como siempre digo, no hay que alarmarse antes de tiempo ya que es una pérdida de energía sin sentido.

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