Bruxismo infantil: mi hijo (a) rechina y aprieta los dientes

El bruxismo es una actividad muscular mandibular repetitiva, caracterizada por apriete y rechinamiento dentario involuntario, rítmico o espasmódico no funcional de los dientes; puede ocurrir durante la noche (bruxismo de sueño) o durante el día (bruxismo despierto).

El bruxismo se asocia con dolor orofacial, cefaleas, trastornos del sueño, trastornos respiratorios durante el sueño, trastornos del comportamiento o asociados al uso de fármacos. Su etiología es considerada como multifactorial.

Su detección temprana, diagnóstico, tratamiento y la prevención de sus posibles consecuencias en los pacientes es responsabilidad del pediatra y del odontólogo.

El BS es de especial preocupación para los padres, porque muchas veces el ruido producido durante el rechinamiento dentario es bastante intenso y sucede en repetidas ocasiones por largo tiempo.

El rol del odontólogo es diagnosticar, educar a los padres, prevenir sus posibles consecuencias en la salud bucal e identificar las comorbilidades asociadas.

Las manifestaciones comunes de BS y trastornos respiratorios de sueño son ronquidos, respiración bucal, dificultad para respirar, niveles aumentados de dióxido de carbono exhalado, inquietud durante el sueño que podría manifestar somnolencia excesiva diurna, hiperactividad, problemas cognitivos o de comportamiento como agresividad, cefaleas matutinas, falta de concentración y/o atención en horario escolar, enuresis, excesiva sudoración al dormir, desórdenes metabólicos u hormonales, trastornos en el crecimiento y del desarrollo corporal.

Los niños que duermen menos de 8 horas por noche están más predispuestos a tener bruxismo; otros factores asociados son la presencia de ruido ambiental y el dormir con la luz prendida. Además de provocar migrañas.

Por otra parte, la persistencia de bruxismo y el desgaste en las piezas dentarias ya no es considerada normal, aunque también hay que tener en consideración que este desgaste dentaría podría producirse por efecto de la corrosión dental debido a una alta ingesta de alimentos o bebidas ácidas.

Un diagnóstico oportuno podría evitar daños a nivel dental, como desgastes, fracturas y/o movilidad dentarias, así como también cefaleas (dolor de cabeza) y dolor a nivel de la articulación y músculos de la masticación. Por otra parte, un bruxismo severo por un periodo de tiempo prolongado podría perjudicar a los músculos de la masticación.

En caso de necesitar una intervención, existen distintas modalidades terapéuticas para el BS en niños, entre las cuales podemos mencionar las odontológicas, como el uso de aparatos que ayudan a proteger los dientes y el sistema masticatorio, y las terapias ortopédicas de los maxilares y ortodoncia.

Existen otras terapias como las psicológicas, para lograr cambios de hábitos y reducir el estrés conducente con un estilo de vida más saludable, las farmacológicas para mejorar los niveles de estrés y ansiedad, aumentando la calidad y cantidad de sueño, las quirúrgicas para corregir obstrucciones respiratorias, y fisioterapia para lograr mejoras posturales.

Escrito por la Dra. Ma. del Pilar Hernández, odontóloga integral y especialista en estética dental.

Compartir esta publicacion

No hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comience a escribir y presione Enter para buscar

Carrito de compras

No hay productos en el carrito.